domingo, 10 de agosto de 2014

LA VIDA ES BELLA

La vida es y será siempre bella, no te dejes angustiar por las cosas cotidianas, siempre habrá razones para querer vivir, una persona no puede ser todo lo que esperas. Mira a tu alrededor, hay mucha gente buena que siempre estará dispuesta a darte una mano cuando las tuyas no te alcancen, alguien siempre está contigo, sólo que no te das cuenta porque te has encerrado en su mundo y te olvidaste de que tienes uno propio.


Te conoces ya sabes como eres, date la oportunidad de volver a querer y seguro que con esa felicidad que irradias acercarás a muchas personas que tendrán ganas de compartir tus sueños, y porque no, quizás hasta tu amor.

Disfruta cada momento de tu vida, porque son únicos, nunca habrá un día igual que el otro, disfruta de las maravillas que hay en la creación. Muchas personas se quedan tristes y amargadas por no mirar más allá de sus frustraciones, no seas de esas personas, aprovecha tu vida, vívela plenamente pues sólo se vive una vez.

                                   NO PIENSES TANTO DEJA QUE LA VIDA TE SORPRENDA.

PERDONAR Y PERDONARNOS.


Existen recuerdos, que más que huellas han dejado heridas en el alma, son como piedras en el zapato, lastima cada vez que intentamos caminar, urge, aprender a perdonar, es la medicina que sana el dolor del alma, devuelve la esperanza, es el milagro que renueva y restaura, nos permite recordar sin sufrir, y muchas veces olvidar aquello que nos hizo llorar, nos robó la fe en el amor, en la amistad, en Dios, en uno mismo.
Por ello; para poder renovar nuestro interior, es preciso liberarnos, aprender a re descubrir el amor y encontrar en él la sanación interior, y nos quedamos estancados en el pasado sin poder avanzar, negándonos la oportunidad de empezar de nuevo.

Perdonarnos, es ser capaces de aceptar e indultar nuestra propia humanidad, pasar la hoja, atrevernos a escribir un nuevo capítulo de nuestra historia personal.
Para encontrar la paz del alma, hace falta perdonar también a los demás; la palabra que dolió, la acción que golpeó, el abandono que dejó vacíos, la omisión, la indiferencia.
Perdonar es liberarnos de sentimientos que causan mucho más dolor, porque mientras nuestro corazón siga latiendo, tenemos la oportunidad de restaurarlo, devolviendole el amor, la fe y la paz.